DESCUBRE LAS MARAVILLAS IRLANDESAS ESTA PRIMAVERA

Aprovecha esta primavera para viajar a Irlanda y descubrir los secretos de una isla única. Un paraje en el que la música emana desde cualquier rincón evocando su pasado celta. Irlanda es un país especial lleno de contrastes: el misterio de sus enclaves megalíticos, sus mitos celtas, su riqueza histórica, sus bucólicos pueblecitos, la alegría de sus pubs, la melancolía de sus canciones. Viajar a Irlanda es toda una experiencia y hoy te hablamos de unos cuantos lugares que no puedes perderte.

VIAJAR A IRLANDA: DUBLÍN

Dublín es bulliciosa, joven y vital. Depositaria del legado cultural del país, rebosante de museos y edificios históricos, despliega además una amplia oferta de ocio, comercio y cultura por el entramado de sus calles y plazas de perfil georgiano. Sus pubs siguen cultivando la tradición musical del pueblo celta, junto a la antigua afición de los dublineses por una pinta de cerveza.

VIAJAR A IRLANDA: BELFAST

La capital de Irlanda del Norte, que vuelve a disfrutar de una convivencia pacífica tras la firma de la paz, se ha reinventado a sí misma y ofrece una importante actividad cultural. Podremos visitar la zona de los murales católicos y protestantes, la catedral de Santa Ana o los astilleros donde se construyó el Titanic, convertidos hoy en un moderno museo y centro cultural.

VIAJAR A IRLANDA: PUEBLOS MARINEROS Y ACANTILADOS

Una ruta en coche por Irlanda no puede perderse los acantilados de Moher, la atracción natural más visitada del país. Podrás admirar vestigios normandos como el castillo de Dunguire y pintorescos pueblos pesqueros como Ballyvaghan o Ennis, donde una pinta de cerveza y unas almejas deleitarán tu paladar. Podrás parar en el castillo y Parque Folklórico de Bunratty o en el elegante hotel Adare Manor, ubicado en un bello castillo de estilo gótico, para tomar el té.

VIAJAR A IRLANDA: LA TIERRA DE EL HOMBRE TRANQUILO

Si recuerdas la película de John Wayne, no puedes perderte Connemara, la región más salvaje del oeste irlandés que mejor ha salvaguardado las tradiciones irlandesas y uno de los rincones naturales mejor preservados de Irlanda. Es una tierra apartada y tradicionalmente pobre que ha vivido duras hambrunas y dramáticas emigraciones.

Hoy en día su mayor atractivo es justamente esa aura de enclave ajeno a cualquier atisbo de modernidad y prisas. En el camino se suceden penínsulas salpicadas de pueblos pesqueros y pistas que terminan en playas solitarias, así como alguna de las principales atracciones turísticas del oeste de Irlanda, como el romántico castillo neogótico Kylemore, situado a orillas de un lago rodeado de bosque y jardines, construido a finales del siglo XIX, y transformado en abadía benedictina durante la Primera Guerra Mundial.

VIAJAR A IRLANDA: LA CALZADA DEL GIGANTE

La Calzada del Gigante es, probablemente, la más famosa de todas las maravillas naturales de Irlanda. Un escenario excepcional formado por 40.000 columnas hexagonales de basalto, dispuestas en mágica harmonía geométrica que se adentran en el mar. También merecen una visita la famosa destilería de Bushmills, parada obligada para los amantes del whiskey irlandés, donde podremos conocer todo el proceso de elaboración de esta bebida y las mágicas ruinas del castillo de Dunluce que se hallan al borde de un acantilado, en el condado de Antrim; así como la ciudad de Derry-Londonderry, con sus majestuosas murallas.

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