Fortalece tu sistema inmunológico

sistema inmune

Nuestro mecanismo de defensa más básico es el sistema inmune ya que con él, nuestro cuerpo se puede enfrentar a diferentes microorganismos como bacterias, hongos y virus, los cuales pueden ser creados por nuestro propio cuerpo. 

Por eso tener un sistema inmunológico eficiente, es la mejor defensa para nosotros.

¿Cómo podemos saber si tenemos las defensas débiles?

Nuestras defensas están débiles si:

  • Se nos cae el pelo.
  • Manchas en la piel.
  • Ojos secos.
  • Cansancio habitual.
  • Tenemos frecuentes fiebres. 
  • Infecciones y/o resfriados recurrentes. 
  • Larga duración de enfermedades simples. 
  • Náuseas y vómitos. 
  • Diarreas.
  • Alérgicas. 
  • Si se padece regularmente de bronquitis, neumonía o meningitis. 

ALIMENTACIÓN:

Los nutrientes que obtenemos mediante los alimentos que ingerimos son muy importantes para el desarrollo y el buen estado de nuestro sistema inmune. No requiere de ningún alimento en específico, sino simplemente tener una buena alimentación en general. 

La gran mayoría de frutas, verduras y hortalizas aportan las vitaminas A, C y D, que son fundamentales para fortalecer el sistema inmune.  

  • Vitamina A:

Este tipo de vitamina se puede obtener en:

  • Algún tipo de pescado como el arenque, salmón y aceites de hígado de bacalao.
  • Huevos
  • Productos lácteos (recomendado elegir opciones lácteas sin grasa o bajas en grasa).
  • Cereales para el desayuno fortificados. 
  • Furtas y verduras color naranja y amarillo como pueden ser las zanahorias, paratas dulces, mangos, melon… 
  • Brócoli, espinacas y vegetales de hoja verde oscura.
  • Vitamina C:

Este tipo de vitamina se puede obtener en:

  • Frutas cítricas.
  • Fresas.
  • Pimiento rojo y verde.
  • Perejil. 
  • Melón.
  • Sandía. 
  • Brócoli. 
  • Tomates.
  • Espinacas y verduras de hoja verde. 
  • Coles de bruselas
  • Coliflor. 
  • Vitamina D:

Este tipo de vitamina se puede obtener en:

  • Trucha.
  • Salmó.
  • Atún.
  • Caballa.
  • Aceite de hígado de pescado.
  • Yema de huevo. 
  • Queso.
  • Hongos.
  • El Sol. 

Datos interesantes:

Las hierbas y especias, tanto el ajo como la curcuma y el jengibre ayudan a participar en la modulación del sistema inmune y la inflamación. 

El brócoli tiene compuestos que ayudan a la respuesta del sistema inmune.

El shiitake y el reishi son los hongos con más alto contenido para nuestro sistema.

El té verde tiene propiedades como las catequinas que también lo hace un alimento necesario para fortalecernos.  

Se deben cocer de forma correcta los alimentos ya que durante este proceso pueden llegar a perder hasta un 90% de sus propiedades.

Los probióticos son beneficiosos para la salud de nuestro organismo y contribuyen a una fácil digestión, a la absorción de nutrientes y al refuerzo de nuestro sistema digestivo.

Estos se pueden encontrar en el kéfir, kombucha, chucrut, yogur, miso y quesos como la mozzarella, cheddar, gouda o cottage. 

EJERCICIO:

Los niveles moderados de actividad física ayudan al sistema inmune y reduce el nivel de riesgo de infecciones, provocando cambios en los anticuerpos y los leucocitos  (células del sistema inmunitario que combaten enfermedades mediante anticuerpos.)

Con la práctica de ejercicio habitual estos anticuerpos y leucocitos circulan más rápidamente. 

Al realizar ejercicio la temperatura del cuerpo aumenta lo cual ayuda al cuerpo a combatir mejor posibles infecciones. 

SUEÑO:

El sueño es un factor muy importante, no solo para el sistema inmune, si no para todos los aspectos de nuestro cuerpo, ya que mientras dormimos el cuerpo se regenera y fortalece. 

Estudios científicos han determinado que no tener una buena rutina del sueño de manera prolongada, puede afectar a los linfocitos que tienen como funciones luchar contra los agentes infecciosos. 

Por lo tanto tener un sueño placentero y de calidad ayuda a combatir infecciones.  

LA IMPORTANCIA DEL INTESTINO:

El intestino es un órgano clave de la inmunidad y  por lo tanto, cuidarlo es esencial para mantener unas buenas defensas. Los probióticos actúan positivamente en la microbiota intestinal y refuerzan la pared intestinal.

La microbiota intestinal (comúnmente conocido como flora intestinal) tiene un papel activo en la digestión, fermentación de carbohidratos, producción de vitaminas y desarrollo del sistema inmunitario mucosa gastrointestinal y en por lo tanto en la defensa de patógenos intestinales.

Para tener una microbiota intestinal sana se debe consumir probióticos, llevar dieta equilibrada rica en frutas y verduras frescas, consumir alimentos ricos en fibra y beber diariamente entre 1.5 y 2 litros de agua.

LA SOCIEDAD Y LA NATURALEZA:

Aunque parezca increible realizar actividades en sociedad ayuda al sistema inmunológico.

Ya que al estar en sociedad el sistema inmune se enfrenta a diferentes desafíos ya que se encuentra con diferentes microbios y bacterias, en el momento de combatir contra ellas se fortalece el mismo. 

No debemos de exponernos a enfermedades peligrosas si no de procurar tener una vida sana y equilibrada sin excesos. 

Para el ser humano no hay nada más sano que mantener contacto frecuente con la naturaleza, en ella podemos encontrar múltiples sustancias que desprenden tanto las plantas como los árboles que ayudan a prevenir infecciones y ataca a las células cancerígenas. Estar en espacios naturales reduce los niveles de estrés que podemos tener a raíz de nuestro día a día.